El cáncer de próstata es un importante problema de salud. En los Estados Unidos de Norteamérica representa la neoplasia maligna más frecuente en el varón.
Ocupa el segundo lugar como causa de muerte.
Por lo que la prevención de esta enfermedad es de gran importancia, existen tres formas para disminuir la mortalidad por esta neoplasia:
Disminuir la incidencia, promover la detección temprana y mejorar el tratamiento.
De todas éstas, para el cáncer de próstata sólo tenemos disponible la detección temprana que nos permite identificar más varones. En etapas tempranas de la enfermedad y que por consiguiente sean curables.
Los pacientes que se presentan para una evaluación urológica de la próstata caen en uno de los cuatro grupos siguientes:
1) síntomas y signos en relación a obstrucción de las vías urinarias;
2) un tacto rectal (TR) de la próstata anormal;
3) síntomas y signos de enfermedad sistémica debida a metástasis;
4) elevación del nivel del APE obtenido en estudios de despistaje.
El marcador que actualmente se utiliza para el diagnóstico y el seguimiento de pacientes con cáncer de próstata es el Antígeno Prostático Específico (APE).
Antiguamente se utilizaba la fosfatasa ácida, dosaje que ha caído en desuso.
Debido a que tiene considerables limitaciones para el diagnóstico como para el seguimiento de pacientes con cáncer de próstata.
Estas limitaciones incluyen:
1) Interferencia con fosfatasas ácidas de otros tejidos
2) Fluctuación de sus valores, con valores bajos nocturnos.
3) Aumento de la FAP por manipulación prostática, incluyendo el examen rectal digital, la cistoscopía y la cateterización uretral.
Es sumamente importante la evaluación médica anual de la próstata en todo hombre arriba de los 40 años para detención. Y tratamiento oportunos de la lesiones prostática la cual debe incluir la evaluación rectal , toma de prueba serológica como los antígenos prostáticos.
Es importante mencionar también que actualmente la ultrasonografía por vía rectal para la evaluación de próstata ya pueden tomar medidas de ellas.
Detectar algún crecimiento anormal o determinar posibles causas de infertilidad o disfunción eréctil.
Por lo tanto puede ser una alternativa para los pacientes que por cuestiones culturales se resiste a una evaluación médica habitual.
Artículo escrito por la Dra Ana Coralia Quintanilla
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