La pancreatitis puede ser desde un proceso inflamatorio con aumento de volumen del páncreas, hasta reflejar la presencia de colecciones líquidas por abscesos.
Quistes simples y complicados, hasta lesiones tumorales quísticas como los quisto adenomas o lesiones sólidas como los insulinomas y el adenocarcinoma.
Es una manifestación sistemática patofisiológico de gran complejidad, además resulta que puede tratarse de una inflamación del páncreas y de los tejidos peripancreáticos de severidad variable.
Suele presentarse con alteraciones morfológicas y funcionales, edema e involución con regreso a la normalidad de 3 a 5 días con un costoso y largo tratamiento médico.
El diagnóstico por ultrasonido en algunas ocasiones ha resultado que se vea limitado por la presencia de gas intestinal.
Aunque la glándula puede mostrar crecimiento focal o difuso.
Cierta anormalidad en sus contornos, además de disminución en la ecogenicidad y quistes o colecciones.
Cabe destacar que el ultrasonido tiene la ventaja de determinar la presencia de litiasis vesicular o coledocolitiasis, y que pueden ser la causa obstructiva y producir pancreatitis.
Mientras que la tomografía computada es de gran alcance por lo que permite evaluar si existe:
Presencia de pancreatitis y el grado que tiene, al igual que el proceso inflamatorio peripancreático.
Además de determinar el diagnóstico de resecabilidad tumoral con un alto porcentaje de confianza.
Se sabe que la tomografía computada permite que se rescate una mejor evaluación en lesiones tumorales pequeñas que distorsionan a los conductos.
Que pueden manifestarse sólo como dilatación de los conductos biliares y de Wirsung.
Por lo que proyecta la mejor definición del tamaño, contornos y los cambios de necrosis que pueden manifestarse.
Se rescata también que este método permite estadificar al tumor y detectar lesiones metastásicas con estudios de alta denominación llamados de cuatro fases para valorar la morfología.
La presencia de tumores quísticos suelen presentarse como las afecciones llamadas quistoadenomas o quistoadenocarcinoma mucinoso ductoectásico.
Que representan a una variante de los tumores quisticos mucinosos más frecuentes en mujeres y que se localizan en el gancho del páncreas.
La pancreatitis aguda se caracteriza por una inflamación aguda del páncreas y puede presentarse de forma leve o severa.
La causa más común es por alcoholismo en hombres, y por litiasis vesicular en mujeres, se rescata que en un paciente de temprana edad se debe investigar sus antecedentes.
Porque puede deberse a causas hereditarias, infecciones o traumatismo.
Cabe destacar que el consumo de alcohol aumenta la probabilidad de causar complicaciones de la pancreatitis aguda. Es importante indicar que son necesarias dos de tres criterios para llevar a cabo un buen diagnóstico y son el clínico, de laboratorio e imagenológico.
Es básico saber que el ultrasonido endoscópico posee mayor sensibilidad que la resonancia magnética para la detección de barro biliar o microlitiasis.
Por lo que la tomografía se debe realizar TAC con un doble contraste a las 48 horas a todo aquel paciente que no presente mejoría y realizarlo con el manejo conservador inicial.
Si existe duda de alguna complicación, lo más recomendable es esperar pues las complicaciones locales se observan mejor con mayor claridad al cuarto día.
La resonancia magnética la colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM) simple o contrastada tiene una buena correlación con la TAC contrastada.
Y tiene como ventajas la ausencia de nefrotoxicidad y mayor diferenciación para identificar si la colección líquida es hemorragia, absceso, necrosis o si se trata de un pseudoquiste.
Y en caso de ser pancreatitis aguda severa el paciente debe quedarse en un área donde sea posible el registro frecuente de la diuresis, PVC, frecuencia cardíaca, y otros parámetros.
El reposo pancreático resulta ser recomendado para comodidad y despreocupación del paciente.
Los tratamientos pueden ser con analgésicos no esteroides y antibióticos porque disminuyen la mortalidad en pancreatitis aguda severa.
Todo depende del criterio del médico para la adecuada administración.
Artículo escrito por el Dr Fabián Serrano Buendía
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