Durante el embarazo y la lactancia se produce una estimulación hormonal que afecta directamente al parénquima mamario.
La mayoría de la patología asociada es benigna y gran parte de los tumores que se diagnostican en este periodo.
Ya estaban presentes pero se manifiestan debido a los cambios fisiológicos que se producen.
El cáncer de mama asociado al embarazo representa un 3% de todos los carcinomas de mama y es la neoplasia maligna más frecuente durante el embarazo.
Lo primero que debemos conocer son los cambios fisiológicos que se producen a partir del segundo mes.
En el parénquima mamario para prepararlo para la lactancia debido a la influencia hormonal.
El primer trimestre dominan los estrógenos que producen un rápido crecimiento lobulillar y una involución del estroma fibroadiposo.
Segundo y tercer trimestre aumenta la progesterona y se produce un crecimiento lobulillar progresivo.
Tras el parto cuando disminuyan los niveles de progesterona y aumenten rápidamente los de prolactina se producirá el periodo secretor.
Diagnóstico radiológico de la patología mamario durante el embarazo debe realizarse principalmente por ecografía y RM.
El patrón suele ser homogéneo y finamente granular con disminución de la ecogenicidad.
Durante los últimos meses se visualizan estructuras tubulares hipo o anecoicas que corresponden a los conductos galactóforos distendidos.
Patología mamaria benigna.
Las lesiones benignas más diagnosticadas son los galactoceles, fibroadenomas cambios fibroquísticos, lipoma, papiloma, cambios inflamatorios y adenoma de la lactancia.
Puede visualizarse como una masa irregular hipo o anecoica con refuerzo que según el tipo podrá presentar nivel en su interior.
Sospechar neoplasia cuando no mejoran con antibiótico.
Patología mamaria maligna.
Cáncer de mama asociado a embarazo se define como aquel que aparece durante el embarazo o hasta el primer año postparto.
Radiológicamente presenta las mismas características que un carcinoma no relacionado con embarazo, pero es frecuente que su diagnóstico se vea retrasado.
Su incidencia aumenta a la vez que se retrasa la edad gestacional.
Clínicamente se presenta como una masa palpable o un aumento mamario que puede asociar inflamación, eritema.
La ecografía es la primera prueba de elección y los hallazgos son idénticos al resto de cánceres, sirve también para descartar afectación ganglionar.
El diagnóstico diferencial deber hacerse con el fibroadenoma, adenoma de la lactancia, hiperplasia lobulillar, galactocele, absceso, lipoma, hamartoma principalmente.
Posteriormente se le realizo mastectomía.
Su pronóstico es desfavorable, el hecho de que se diagnostiquen más tardíamente hace que estos tumores presenten mayor tamaño.
Adenopatías positivas e incluso metástasis e invasión vascular cuando se detectan.
Las recidivas suelen aparecer a los 2-3 años de su diagnóstico.
Los estímulos hormonales durante el embarazo y la lactancia influyen de forma directa sobre el parénquima mamario produciendo cambios fisiológicos.
Sobre este parénquima pueden desarrollarse distintas patologías, la gran mayoría son benignas y algunas exclusivas de este período como son el galactocele.
La hiperplasia gestacional, la mastitis granulomatosa y otras acentuadas por los cambios hormonales como la papilomatosis juvenil y los fibroadenomas.
La patología maligna mamaria más asociada al embarazo y lactancia es el carcinoma de mama que representa hasta un 3% de todos los cáncer de mama.
El cáncer de mama asociado a embarazo presenta un peor pronóstico no tanto por la influencia directa de factores hormonales.
Sino porque su diagnóstico suele retrasarse por la dificultad que presenta detectarlo en la mama gestante.
Por ello debemos prestar especial atención al diagnóstico de esta patología.
Artículo escrito por la Dra. Blanca Morales Apanco
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