De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud en su artículo sobre la Hipertensión “La mayoría de personas hipertensas ignoran que lo son”, pues la enfermedad no siempre va acompañada de síntomas o signos de alerta, por lo que se dice que es “silenciosa”.
En situaciones más avanzadas o graves pueden presentarse los siguientes síntomas:
De acuerdo con la Guía Práctica Clinica sobre “Diagnóstico y Tratamiento de Hipertensión Arterial en el Adulto Mayor”, cabe señalar que el proceso de envejecimiento se acelera con la coexistencia de enfermedades metabólicas y cardiovasculares y el riesgo de presentar estas enfermedades se incrementa con la edad, retroalimentándose de manera negativa un proceso a otro.
Aunado a lo anterior, la coexistencia de hipertensión arterial con síndromes geriátricos como fragilidad, depresión y deterioro cognoscitivo, genera activación de vías fisiopatológicas comunes como el estrés oxidativo, hipercatabolismo, resistencia a la insulina, deficiencia de vitamina D que lleva a desenlaces adversos como la disminución de la funcionalidad, institucionalización, caídas y muerte.
Por su parte el proyecto de Norma Oficial Méxicana “Para la prevención, detección, diagnóstico, tratamiento y control de la hipertensión arterial sistémica”, señala que la Hipertensión Arterial Sistémica mediante numerosos mecanismos provoca diversas lesiones vasculares, tales como aterosclerosis, arteriosclerosis y arteriolosclerosis hipertensiva, arteriosclerosis calcinótica, lipohialinosis y necrosis fibrinoide. El daño vascular provoca complicaciones en los órganos blancos como el cerebro, el ojo, el corazón, las arterias y el riñón.
De acuerdo al proyecto de Norma Oficial Méxicana “Para la prevención, detección, diagnóstico, tratamiento y control de la hipertensión arterial sistémica”. El objetivo de la detección es identificar oportunamente a todo individuo adulto, que sin saberse enfermo presente cifras de Presión Arterial Elevada, (limítrofe o HAS) así como aquellos que estén en riesgo de presentarlas.
Realizar con una periodicidad preferentemente anual, en adultos de 20 años o más, en unidades de atención médica del primer nivel de atención o en campañas específicas, en espacios públicos o sitios de trabajo.
En personas sin factores de riesgo cardiovascular y en quienes la medición de la Presión Arterial se encuentre en los límites recomendados (< 120/80 mmHg), se realizará un nuevo tamiz con una periodicidad preferentemente anual, y se les orientará en el sentido de adoptar o reforzar estilos de vida saludables que contribuyan a prevenir la HAS.
En personas con factores de riesgo o antecedentes familiares de primer grado de trastornos de enfermedad cardiovascular manifiesta, aun cuando en la detección se hayan encontrado con cifras de Presión Arterial dentro de los límites recomendados, deben continuar su vigilancia mediante la detección oportuna.
Los individuos en los que se identifiquen cifras elevadas de Presión Arterial (>130/80 mmHg), independientemente de sus factores de riesgo serán clasificados como casos probables y deberán continuar su vigilancia clínica para confirmación del diagnóstico.
Por su parte la American Heart Association en su artículo ¿Qué es la presión Arterial?, indica la siguiente tabla para diagnosrticar la Hipertensión.
En nuestro país y de acuerdo proyecto de Norma Oficial Méxicana “Para la prevención, detección, diagnóstico, tratamiento y control de la hipertensión arterial sistémica” se clasifica de la siguiente forma.
Clasificación de acuerdo a las cifras de PA en el consultorio (mmHg)
Equivalencia de Hipertensión Arterial utilizando diferentes medios y sitios
Con fines de clasificación se tomará siempre la cifra sistólica o diastólica más alta.
Los pacientes con presión limítrofe tienen un mayor riesgo de desarrollar HAS, si además tienen antecedentes de familiares consanguíneos afectados por la enfermedad, obesidad, ingestión excesiva de sal y alcohol o enfermedad renal crónica.
El paciente con sospecha de HAS en el examen de detección deberá acudir a confirmación diagnóstica sin medicación antihipertensiva y sin cursar alguna enfermedad aguda.
El diagnóstico, se basa en el promedio de por lo menos tres mediciones realizadas en intervalos de tres a cinco min dos semanas después de la detección inicial.
Cuando la PAS y la PAD, se ubican en diferentes etapas de HAS se utilizará el valor más alto para clasificarlo.
Si no se confirma el diagnóstico de HAS, los individuos con PA óptima o subóptima serán estimulados a efecto de mantener estilos de vida saludables. Aquellos pacientes con PA limítrofe serán enviados al primer nivel de atención para recibir tratamiento conductual, con el fin de reducir los niveles de PA al óptimo.
Finalmente, a la confirmación diagnóstica, el paciente requiere tener una historia clínica completa y los siguientes exámenes de laboratorio y gabinete, para un adecuado seguimiento integral:
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Referencias
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