La ecografía de hígado es la primera prueba de imagen a realizar ante un paciente con alteración de las pruebas de funcionamiento hepático.
Tras palpar una hepatomegalia la ecografía nos permitirá excluir lesiones focales, descartar causas obstructivas en caso de ictericia/colostasis y a la vez nos permite mostrar signos de enfermedad hepática difusa.
El hígado normal es homogéneo con ecos finos, ligeramente hiperecoico con relación a la corteza renal e hipoecoico comparado con el bazo.
Revisaremos a continuación diversas patologías difusas en las que pueden alterarse esta ecoestructura pero antes un apunte breve sobre un importante signo clínico:
Las causas de hepatomegalia por orden de frecuencia se resumen en la siguiente tabla:
Podemos hablar de hepatomegalia:
Signos indirectos:
2.- HÍGADO GRASO
La enfermedad hepática por depósito de grasa o esteatosis es un trastorno metabólico adquirido en el que se acumulan triglicéridos y ácidos grasos dentro de los hepatocitos.
Se asocia a múltiples procesos patológicos :
Obesidad, DM, hiperlipemia consumo de tóxicos y también pueden aparecer tras procedimientos quirúrgicos como la gastroplastia por obesidad mórbida o la derivación intestinal.
El aumento de reflectividad de la grasa se traduce ecográficamente en un incremento de ecogenicidad (hígado brillante).
En relación al riñón o al páncreas, a la vez que la atenuación sónica que produce se manifiesta como una pérdida de visualización de las estructuras intrahepaticas y del diafragma.
La hepatitis vírica secundaria a la infección por virus hepatotrópicos es la causa más frecuente de hepatitis aguda.
En la mayoría de los casos el aspecto ecográfico del hígado es normal y la indicación de la ecografía se justificara con el fin de descartar otros diagnósticos.
(ictericia obstructiva, abscesos hepáticos).
La inflamación hepática puede reflejarse ecográficamente en una hipoecogenicidad difusa con aumento del brillo de las tríadas portales.
(imagen en cielo estrellado).
Que puede acompañarse de hepatomegalia y de edema de la pared de la vesícula biliar.
4-HEPATITIS CRÓNICA
Es la vía final común de distintas enfermedades hepáticas que se caracterizan por un curso clínico indolente con elevación persistente de las transaminasa.
Un cuadro histológico en el que coexisten grados variables de necrosis hepatocelular, infiltrado inflamatorio y fibrosis
Entre las múltiples posibilidades etiológicas sin dudas las infecciones crónicas por los virus hepatotrópicos constituyen la inmensa mayoría.
Siendo el virus C el responsable del mayor número de casos en nuestro medio.
De nuevo lo mas frecuente es que nos encontremos con una apariencia ecográficamente normal, en otros casos veremos cambios en la eco estructura hepática.
Con un patrón grosero, lobulacion ligera del contorno hepático o incipiente dilatación de la vena porta, que anticipan los cambios morfológicos de la cirrosis.
También con frecuencia nos encontramos con un hígado graso en el que existen una o más zonas de parénquima.
Respetado que aparecerá hipoecoico en ese contexto de hígado “brillante”.
Estas zonas de respeto graso focal tienen predilección por la región periportal del segmento medial del LHI, la fosa vesicular y los bordes hepáticos.
Artículo escrito por la Dra. Ismeni Cruz Valdes
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