El bazo, órgano intraperitoneal en la región supramesocólica hipocondrio izquierdo, con reflexiones del peritoneo que le confieren movilidad a la respiración.
Su forma es ovoide y en su cara interior se encuentra el hilio con la arteria esplénica.
Su irrigación proviene del tronco celiaco a través de la arteria esplénica, la arteria gástrica y la gastroepiploica izquierda que es rama de la pilórica
El drenaje es a través de la vena esplénica que va a la porta.
La ecografía de bazo se indica para valorar el volumen, presencia de hematomas (cuando hay antecedente de traumatismo abdominal, por ejemplo, lesión por compresión al volante).
La técnica para ecografía de bazo es con el paciente en decúbito supino y decúbito lateral derecho, haciendo cortes intercostales y posterolaterales en hipocondrio izquierdo.
El bazo es un poco hipoecoico respecto a hígado, con ecotextura homogénea y superficie lisa, su eje longitudinal es <13 cm.
El borde inferior del bazo no debe alcanzar el tercio superior del riñón izquierdo, debe evaluarse también el espacio espleno-renal.
En el corte transversal del hígado se observa una estructura ecogénica lineal, el diafragma, el riñón.
En el corte sagital debe evaluarse el espacio espleno-renal.
A través del doppler se evalúa la arteria en su salida del tronco y en hilio, la vena esplénica en hilio y en confluencia con la mesentérica.
Debe evaluarse si hay dilatación de las venas que es indicativo de hipertensión portal.
Dentro de la patología del bazo puede haber disrupción de la cápsula esplénica asociada a líquido periesplénico cuando hay rotura de bazo.
En el hematoma sub o periesplénico hay una imagen subcapsular o periesplénica hipoecogénica.
La esplenomegalia es cuando el bazo sobrepasa el polo inferior del riñón izquierdo.
Cuando hay derrame pleural hay líquido por arriba del diafragma.
Imégenes hipoecogénicas pueden corresponder a nódulos linfomatosos, tuberculosos o metastásicos.
Imágenes hiperecogénicas pueden corresponder a un origen angiomatoso, hematoma esplénico, metástasis.
En esta práctica exploramos a los pacientes y localizamos tanto el páncreas como el bazo.
Lo cual es un aspecto muy importante ya que es la práctica la que hará la excelencia.
Definitivamente en un principio no fue fácil esta localización, pero finalmente se logró usando la técnica adecuada ya mencionada.
Artículo escrito por la Dra María del Consuelo Gonzáles Alemán
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